El candidato de Pachakutik oscila entre acusar al banquero Lasso de fraude e invitarlo a realizar un frente común contra Arauz, el presidenciable correísta ganador de las elecciones del domingo. 

Pasados cinco días desde la elección presidencial y legislativa en Ecuador, el Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no ha finalizado el conteo del 100% de las actas. Sin embargo, con 99.88% de las actas escrutadas y 98.81% computadas, se ha confirmado que Guillermo Lasso ingresará a segunda vuelta con 19.79% de los votos, y Yaku Pérez, con 19.46%, quedará en el tercer puesto.

Pérez, en el marco de la demora en el anuncio oficial del CNE, ha denunciado la existencia de un fraude y comenzado una serie de acciones. “El día de ayer se consumó el fraude que vino preparándose desde hacía algunas semanas antes (…) tal vez ya tenemos el Nostradamus contemporáneo, el expresidente Correa, él anticipó hasta con cifras casi precisas cuánto va a llegar a tener Lasso, cuánto nosotros y cuánto el señor Arauz”, afirmó el candidato de Pachakutik en las afueras del CNE, en Quito.

Según Pérez, existiría una alianza entre Correa, Lasso y Jaime Nebot, dirigente del Partido Social Cristiano (PSC) aliado a CREO en la candidatura de Lasso. “El señor Lasso solamente por un ego que quiere pasar a la segunda vuelta, sabe que no va a ganar al señor Arauz, le está haciendo el juego al correismo, Correa astutamente le hace caer en la trampa a Lasso y a Nebot”, señaló ante un grupo de seguidores que instaló una vigilia frente al poder electoral.

Así, según afirmó Pérez, no solamente debería ingresar a primera vuelta, sino que habría ganado en lugar de Andrés Arauz, ya que le habrían robado “diez puntos” en “un fraude descarado”. Pérez ya había realizado esa misma afirmación el día lunes, cuando instaló la denuncia acerca del robo de las elecciones, algo que, hasta el momento, no fue acompañado por pruebas.

El partido Pachakutik, ante esta situación, anunció que pedirá al CNE el recuento “voto a voto” en las provincias de Pichinchas, Guayas, Manabí, Los Ríos, Esmeraldas, El Oro y Bolívar, “donde se metió la mano”, llevará una denuncia penal en Guayas por delito de fraude electoral, acudirá a la Contraloría General de la Nación para pedir que se haga una auditoría, y presentará la denuncia ante el secretario de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y en Naciones Unidas.

Sin embargo, al tiempo que Pérez acusó a Lasso de complicidad con Correa, retomó la propuesta hecha el miércoles por Xavier Hervas, de Izquierda Democrática (ID) -quien llegó en cuarto lugar con 15.74% de los votos- de conformar un frente entre las cuatro fuerzas políticas, Pachakutik, ID, CREO-PSC, para enfrentar a la revolución ciudadana. Así, Pérez afirmó que, una vez realizado el recuento, “quien resulta ganador, dialogamos y hacemos un frente contra la corrupción”, es decir contra el correísmo.

Si bien aún resulta incierto cómo evolucionará el pedido de recuento de voto ante el CNE, las demás acciones legales y, tal vez, un proceso de protestas, a medida que avanzan los días ha tomado cada vez más forma la posibilidad de que se conforme una alianza de cara al ballottage. Una posibilidad no solamente presente en los discursos, como la tensión de Pérez entre acusar a Lasso de fraude e invitarlo a realizar un frente común, sino también en el intento de conformación de una alianza entre Pachakutik y CREO-PSC en la Asamblea Nacional para lograr la presidencia del legislativo.

El desarrollo del escenario ha dejado en evidencia el punto central que comparten la mayor parte de las fuerzas políticas del Ecuador: impedir el regreso de la revolución ciudadana al gobierno. Se trata de un objetivo compartido, a su vez, por el gobierno estadounidense, involucrado en los entretelones, como quedó evidenciado con la visita del presidente Lenín Moreno a Washington días antes de las elecciones, donde llevó adelante reuniones con funcionarios centrales de la administración y de ambos partidos de cara a América Latina.

Esta confluencia de factores de poder nacionales e internacionales en torno al momento electoral no sería nueva, sino la continuidad de una serie de acciones emprendidas durante los últimos cuatro años contra el correismo desde el gobierno, el poder judicial, electoral, mediático, que se tradujeron en persecuciones, encarcelamientos, inhabilitaciones y exilios. Pérez, quien ahora denuncia un fraude, podría, dentro de algunos días o semanas, ser parte de la alianza electoral anti-correísta con proyección gubernamental. ¿La base social que votó por él apoyará a Lasso? Es una de las varias preguntas que se encuentran sobre la mesa.