Presidente Asociación Colombiana de Economía Crítica-ACECRI

Miembro de número de la Academia Colombiana de Economía-ACCE

Introducción

En documento anterior se presentaron cálculos en precios corrientes y en una base en precios constantes anterior a la del 2015 en que están los últimos cálculos del DANE.  Para una mejor claridad, se presentan de nuevo las estimaciones con precios constantes de 2015, pero las conclusiones se mantienen.

Adicionalmente se presenta un escenario más optimista de una tasa de crecimiento de 4,5 por ciento para 2021, igual de 3,5 por ciento para 2022 e inflaciones mayores de 2,5%.

Hay que tener en cuenta que estamos en un ambiente muy difícil, ya que la pandemia del Covid-19 es aún incierta en sus resultados para 2021 ya que la vacunación comenzó tarde y lenta. Los rebrotes, que son probables, pueden cambiar el ambiente económico. Es imposible actuar con certeza, lo mejor es trabajar posibilidades.

Entonces, en este documento presentamos un escenario optimista comparado con las estimaciones del documento anterior que podríamos considerarlo más realista, aunque más pesimista.

Tres años perdidos

La economía Colombia cayó 6,8 por ciento en 2020 en comparación con un crecimiento de 3,5 por ciento en 2019, 2,5 por ciento en 2018 y 1,4 por ciento en 2017.

En el cuadro 1 se presenta el PIB de Colombia en términos corrientes y constantes de 2015, de 2016 a 2020, y con proyecciones para 2021 y 2022.

Se tiene que el PIB de 2020 en términos corrientes 2020 (1002 587) quedó apenas por encima del PIB de 2018 (987 791) y en precios constantes de 2015 inferior al de 2017 (821 634 vs 839 656).

Con supuestos de una proyección optimista del PIB de 4,5 por ciento para 2021 y de 3,5 por ciento para 2002 e inflaciones de 2,5 por ciento para cada uno de estos años, se llegaría a la situación de 2019 en valores corrientes en 2021 y en precios constantes en 2022 (cuadro 1 y gráficos 1 y 2).

Esto significa que la pandemia costaría, si se mira por el PIB en precios constantes, pérdida de crecimiento económico de tres años, y que solamente a finales de 2022 se superaría la situación de 2019.

La caída fue mayor en el PIB per cápita porque a la reducción del PIB se agrega el crecimiento poblacional, especialmente en los años 2019 y 2020 por la llegada de inmigrantes que modificó la tasa de crecimiento que era alrededor de uno por ciento a cerca de 2,0 por ciento.

En esta forma, el PIB per cápita en precios constantes de 2015 se redujo significativamente en 2020 según el DANE, de 17 856 miles de pesos en 2019 a 16 311 miles de pesos, equivalente a una caída de 8,65%.

En cuanto al PIB per cápita en valores corrientes, en el año 2202 se recuperaría al de finales de 2019 y en valores constantes, solamente hasta 2024 se superaría la cifra de 2019 (gráficos 3 y 4).

Si las tasas de crecimiento fueran superiores al del escenario que estamos presentando, que no se ve probable con las políticas económicas actuales, por supuesto, que todo mejoraría y se podrían alcanzar las cifras de 2019 antes.

Cuadro 1 PIB y PIB per cápita de 2016 a 2022

Fuente: DANE y cálculos del autor

Gráfico 1 PIB en valores constantes de 2016 a 2002

Miles de millones de pesos de 2015

Gráfico 2 Evolución del PIB en valores corrientes

Miles de millones de pesos

Gráfico 3 Evolución del PIB per cápita en valores corrientes

Miles de pesos

Gráfico 4 Evolución del PIB per cápita en valores constantes de 2015

Conclusiones

Muy graves las consecuencias para el país del desastre de 2020 en cuanto a crecimiento económico y vidas perdidas.

En relación con el PIB se volverá a los niveles de 2019 en 2022 tanto en valores constantes como corrientes.

Pero lo grave es la situación del ingreso per cápita medido por el PIB per cápita. En valores corrientes, en 2022 se vuelve a la situación de 2019, pero en precios constantes, que es lo más importante, solamente hasta el año 2024, o sea, cinco años de retroceso.

Un verdadero desastre que solamente podría revertirse si se tuvieran tasas de crecimientos superiores a 6,0 por ciento. En esto es en lo que hay trabajar, no como quieren los neoliberales en desvalorizar el trabajo con misiones de empleo que solamente buscan darle gusto al capital con base en falacias ortodoxas.

Diego Otero Prada

Presidente Asociación Colombiana de Economía Crítica-ACECRI

Miembro de número de la Academia Colombiana de Economía-ACCE

Introducción

En documento anterior se presentaron cálculos en precios corrientes y en una base en precios constantes anterior a la del 2015 en que están los últimos cálculos del DANE.  Para una mejor claridad, se presentan de nuevo las estimaciones con precios constantes de 2015, pero las conclusiones se mantienen.

Adicionalmente se presenta un escenario más optimista de una tasa de crecimiento de 4,5 por ciento para 2021, igual de 3,5 por ciento para 2022 e inflaciones mayores de 2,5%.

Hay que tener en cuenta que estamos en un ambiente muy difícil, ya que la pandemia del Covid-19 es aún incierta en sus resultados para 2021 ya que la vacunación comenzó tarde y lenta. Los rebrotes, que son probables, pueden cambiar el ambiente económico. Es imposible actuar con certeza, lo mejor es trabajar posibilidades.

Entonces, en este documento presentamos un escenario optimista comparado con las estimaciones del documento anterior que podríamos considerarlo más realista, aunque más pesimista.

Tres años perdidos

La economía Colombia cayó 6,8 por ciento en 2020 en comparación con un crecimiento de 3,5 por ciento en 2019, 2,5 por ciento en 2018 y 1,4 por ciento en 2017.

En el cuadro 1 se presenta el PIB de Colombia en términos corrientes y constantes de 2015, de 2016 a 2020, y con proyecciones para 2021 y 2022.

Se tiene que el PIB de 2020 en términos corrientes 2020 (1002 587) quedó apenas por encima del PIB de 2018 (987 791) y en precios constantes de 2015 inferior al de 2017 (821 634 vs 839 656).

Con supuestos de una proyección optimista del PIB de 4,5 por ciento para 2021 y de 3,5 por ciento para 2002 e inflaciones de 2,5 por ciento para cada uno de estos años, se llegaría a la situación de 2019 en valores corrientes en 2021 y en precios constantes en 2022 (cuadro 1 y gráficos 1 y 2).

Esto significa que la pandemia costaría, si se mira por el PIB en precios constantes, pérdida de crecimiento económico de tres años, y que solamente a finales de 2022 se superaría la situación de 2019.

La caída fue mayor en el PIB per cápita porque a la reducción del PIB se agrega el crecimiento poblacional, especialmente en los años 2019 y 2020 por la llegada de inmigrantes que modificó la tasa de crecimiento que era alrededor de uno por ciento a cerca de 2,0 por ciento.

En esta forma, el PIB per cápita en precios constantes de 2015 se redujo significativamente en 2020 según el DANE, de 17 856 miles de pesos en 2019 a 16 311 miles de pesos, equivalente a una caída de 8,65%.

En cuanto al PIB per cápita en valores corrientes, en el año 2202 se recuperaría al de finales de 2019 y en valores constantes, solamente hasta 2024 se superaría la cifra de 2019 (gráficos 3 y 4).

Si las tasas de crecimiento fueran superiores al del escenario que estamos presentando, que no se ve probable con las políticas económicas actuales, por supuesto, que todo mejoraría y se podrían alcanzar las cifras de 2019 antes.

Cuadro 1 PIB y PIB per cápita de 2016 a 2022

Fuente: DANE y cálculos del autor

Gráfico 1 PIB en valores constantes de 2016 a 2002

Miles de millones de pesos de 2015

Gráfico 2 Evolución del PIB en valores corrientes

Miles de millones de pesos

Gráfico 3 Evolución del PIB per cápita en valores corrientes

Miles de pesos

Gráfico 4 Evolución del PIB per cápita en valores constantes de 2015

Conclusiones

Muy graves las consecuencias para el país del desastre de 2020 en cuanto a crecimiento económico y vidas perdidas.

En relación con el PIB se volverá a los niveles de 2019 en 2022 tanto en valores constantes como corrientes.

Pero lo grave es la situación del ingreso per cápita medido por el PIB per cápita. En valores corrientes, en 2022 se vuelve a la situación de 2019, pero en precios constantes, que es lo más importante, solamente hasta el año 2024, o sea, cinco años de retroceso.

Un verdadero desastre que solamente podría revertirse si se tuvieran tasas de crecimientos superiores a 6,0 por ciento. En esto es en lo que hay trabajar, no como quieren los neoliberales en desvalorizar el trabajo con misiones de empleo que solamente buscan darle gusto al capital con base en falacias ortodoxas.